COMENTARIO DE TEXTO "La Regenta" CLARÍN

Comentario de La Regenta de Leopoldo Alas, Clarín






 

Vetusta la noble estaba escandalizada, horrorizada. Unos a otros, con cara de hipócrita compunción (1), se ocultaban los buenos vetustenses el íntimo placer que les causaba aquel gran escándalo que era como una novela, algo que interrumpía la monotonía eterna de la ciudad triste. Pero ostensiblemente (2) pocos se alegraban de lo ocurrido. ¡Era un escándalo! ¡Un adulterio descubierto! ¡Un duelo! ¡Un marido, un exregente de la Audiencia muerto de un pistoletazo en la vejiga! En Vetusta, ni aun en los días de la revolución había habito tiros. No había costado  a nadie un cartucho la conquista de los derechos inalienables del hombre. Aquel tiro de Mesía, del que tenía la culpa la Regenta, rompía la tradición pacífica del crimen silencioso, morigerado (3) y precavido. Ya se sabía que muchas damas principales de la Encimada y de la Colonia engañaban o habían engañado o estaban a punto de engañar a su respectivo esposo, ¡pero no a tiros! La envidia que hasta allí se había disfrazado de admiración, salió a la calle con toda la amarillez de sus carnes. Y resultó que envidiaban en secreto la hermosura y la fama de virtuosa de la Regenta no solo Visitación Olías de Cuervo y Obdulia Fandiño y la baronesa de la Deuda Flotante, sino también la Gobernadora, y la de Páez y la señora de Carraspique y la de Rianzares o sea el Gran Constantino, y las criadas de la Marquesa y toda la aristocracia, y toda la clase media y hasta mujeres del pueblo… y ¡quién lo dijera! la Marquesa misma, aquella doña Rufina tan liberal (4) que con tanta magnanimidad (5) se absolvía a sí misma de las ligerezas de la juventud… ¡y otras!

Hablaban mal de Ana Ozores todas las mujeres de Vetusta, y hasta la envidiaban y despellejaban muchos hombres con alma como la de aquellas mujeres. Glocester en el cabildo (6), don Custodio a su lado, hablaban de escándalo, de hipocresía, de perversión, de extravíos babilónicos (7); y en el Casino, Ronzal, Foja, los Orgaz echaban loco con las dos manos sobre la honra difunta de aquella pobre viuda encerrada entre cuatro paredes.

Obdulia Fandiño, pocas horas después de saberse en el pueblo de la catástrofe, había salido a la calle con su sombrero más grande y su vestido más apretado a las piernas y sus faldas más crujientes, a tomar el aire de la maledicencia (8), a olfatear el escándalo, a saborear el dejo (9) del crimen que pasaba de boca en boca como golosina que lamían todos, disimulando el placer de aquella dulzura pegajosa.

“¿Ven ustedes? –decían las miradas triunfantes de la Fandiño– Todas somos iguales.”

Y sus labios decían:

–¡Pobre Ana!¡Perdida sin remedio! ¿Con qué cara se ha de presentar en público? ¡Cómo era tan romántica! Hasta una cosa… como esa, tuvo que salirle así… a cañonazos, para que se enterase todo el mundo.

 

(1) Compunción: sentimiento que produce el dolor ajeno por un pecado cometido.
(2) Ostensiblemente: claramente.
(3) Morigerado: moderado en los afectos y en las acciones.
(4) Liberal: significa generoso, pero aquí se refiere a un comportamiento alejado de los modelos estrictos o rigurosos.
(5) Magnanimidad: benevolencia, clemencia, generosidad, bondad.
(6) Cabildo: en una catedral, comunidad de eclesiásticos (sacerdotes y canónigos).
(7) Extravíos babilónicos: se refiere a comportamientos inmorales, sobre todo en relación a los comportamientos sexuales. Hace alusión a la antigua Babilonia, que en la Biblia aparece descrita como la ciudad del pecado y la corrupción.
(8) Maledicencia: acción de maldecir o hablar mal de los demás.
(9) Dejo: placer o disgusto que queda después de una acción.

 

El fragmento corresponde al último capítulo de La Regenta de Leopoldo Alas, “Clarín”. La muerte de don Víctor Quintanar a  manos de Álvaro Mesía desata una tormenta en la hipócrita Vetusta, cuyas gentes culpan a Ana Ozores de la muerte de su marido.

¿Cuál es el tema del texto?

En este fragmento se muestra el comportamiento hipócrita de una ciudad de provincias ante un adulterio. El narrador pone de manifiesto con maestría la doble moral y la falsedad de aquellos que juzgan y desprecian a Ana Ozores.

Escribe un resumen del contenido

En Vetusta se produce un escándalo social cuando se hace público que la virtuosa y envidiada Ana Ozores ha cometido adulterio, y que este ha desembocado en la muerte de su marido. Toda la ciudad se alegra de su caída en desgracia, aunque nadie lo reconoce.

¿Qué estructura tiene el texto?

El texto se puede dividir en tres partes:

La primera parte (desde “Vetusta la noble…” hasta “la amarillez de sus carnes“) presenta el escándalo provocado por la noticia de la muerte del esposo de Ana, la cual supone la revelación pública de su adulterio. Con el escándalo aflora la envidia que todos sentían por Ana, a la que ahora se permiten criticar abiertamente.

La segunda parte (desde “Y resultó que envidiaban…” hasta “encerrada entre cuatro paredes“) enumera la cantidad de personajes, todos ellos representativos de la sociedad vetustense, que juzgan hipócritamente a Ana. Estos personajes van desde el clero hasta las mujeres del pubelo.

La tercera parte (desde “Obdulia Fandiño…” hasta el final) se centra en la reacción de un personaje en concreto Obdulia Fandiño. Su actitud y sus palabras encarnan la doble moral de la sociedad que representa, que disfruta con la caída en desgracia de Ana por envidia.

Explica el tipo de texto del que se trata, el género al que pertenece y la modalidad que predomina. 

Se trata de un texto literario escrito en prosa que pertenece al subgénero narrativo de la novela.  El narrador es de tipo omnisciente, el más habitual de este género, y especialmente en la novela realista. El texto, atendiendo a los preceptos del realismo, refleja fielmente la sociedad contemporánea de su autor y presenta la riqueza psicológica de los personajes. La modalidad textual que predomina es la narración (primer párrafo, por ejemplo), en la que se intercalan fragmentos descriptivos (la descripción del vestido y la actitud de Obdulia Fandiño, por ejemplo).

El autor pretende criticar la actitud de una sociedad en la que impera la doble moral. Para revelar su opinión emplea un léxico connotativo: adjetivos valorativos que varían en su colocación, antepuestos y pospuestos (pobre, triste, precavido), y sustantivos con gran carga subjetiva como “escándalo”, “hipocresía”, “extravíos babilónicos“, etc.

La crítica del autor se percibe en el tono irónico que domina todo el fragmento, pues el narrador se burla de la hipocresía de los habitantes de Vetusta. Se intensifica en muchas ocasiones mediante el uso de oraciones exclamativas. (“¡Era un escándalo!, ¡y otras”).

Explica el uso del estilo directo e indirecto libre.

El narrador deja a los personajes revelar su personalidad a través del estilo directo y del indirecto libre. El estilo directo se utiliza en la última parte del texto para reflejar tanto los verdaderos pensamientos como las hipócritas palabras del personaje de Obdulia Fandiño. En ambos casos se reproducen las palabras que piensa o dice Obdulia tal como las piensa o las dice. El narrador hace ver la hipocresía de Obdulia diferenciando lo que “dice con la mirada” y lo que “dice con los labios”; es decir, lo que piensa realmente y lo que dice ante los demás.

El estilo indirecto libre, técnica característica de la novela realista, consiste en la inserción directa, sin palabras de introducción, del discurso o el pensamiento de un personaje en la voz del narrador. En este caso se emplea en el primer párrafo desde “¡Era un escándalo” hasta “¡pero no a tiros!”, donde “oímos” las palabras de los habitantes de Vetusta juzgando lo sucedido.

Conclusión

El autor retrata la realidad cruel y amarga de Vetusta, una sociedad presidida por las hipocresías,  las envidias y las apariencias. El narrador no censura directamente a los personajes, pero a través de la ironía y del uso connotativo del lenguaje expresa su desacuerdo con el modo de actuar de esa sociedad y pretende influir en la percepción del lector. Esta crítica a la sociedad del momento, así como la técnica narrativa del estilo indirecto libre, son elementos propios de la novela realista.

[Texto extraído y adaptado de Lengua castellana y Literatura 1 Bachillerato, Madrid, Editorial SM, 2015]

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